EFECTO DE LAS MICOTOXINAS SOBRE LA SALUD INTESTINAL

Como se ha descrito con anterioridad, las micotoxinas son metabolitos secundarios producidos por hongos toxigénicos que se encuentran con frecuencia como contaminantes de alimentos y piensos (Gruber-Dorninger et al., 2019). Entre los diferentes efectos de estas toxinas en los animales, se conoce que su ingestión puede dañar la salud intestinal, lo que a su vez afecta al bienestar general de los animales (Liew y Mohd-Redwan, 2018).

Concepto de salud intestinal

El tracto gastrointestinal tiene la función de digerir y absorber los nutrientes, proporcionando energía, pero además representa una parte fundamental del sistema inmune, actuando como una barrera protectora frente a agentes infecciosos y no infecciosos, como las micotoxinas. En este contexto, la salud intestinal se caracteriza por un estado de equilibrio (homeostasis) entre los distintos componentes de la barrera intestinal, incluyendo la microbiota, la mucosa y el sistema inmune. Dicho equilibrio es la base de la salud, el bienestar y el rendimiento de los animales (Celi et al., 2017).

Micotoxinas y su efecto sobre la salud intestinal

Las micotoxinas pueden alterar esta homeostasis y afectar a las funciones del tracto gastrointestinal, comprometiendo tanto la absorción de nutrientes como su función inmunológica. En general, las micotoxinas tienen un efecto antimicrobiano directo, además de un efecto secundario por la toxicidad que generan en las células intestinales, la cual produce alteraciones en la microbiota.

Por otro lado, la propia población microbiana del intestino puede perturbar la absorción de las micotoxinas y su estructura, generando metabolitos secundarios que también pueden afectar a la salud de los animales. Así, se ha descrito un escenario bidireccional entre las micotoxinas y la microbiota intestinal (Guerre, 2020).

Tricotecenos

Los tricotecenos, como el DON o la toxina T-2, se han descrito como las micotoxinas con mayor toxicidad sobre la salud intestinal. Los tricotecenos disminuyen la expresión de uniones estrechas y de transportadores de glucosa, a la vez que inducen la apoptosis de enterocitos reduciendo la altura de las vellosidades. Por lo tanto, aumentan la permeabilidad intestinal y reducen la absorción de nutrientes. Estas micotoxinas reducen el número de células caliciformes, células secretoras de mucina con importante función protectora, y las citoquinas. Además, inducen la liberación de hormonas de la saciedad, que comprometen los parámetros productivos y generan estrés oxidativo y daño hepático. En resumen, los tricotecenos afectan negativamente a la absorción, la integridad y la inmunidad intestinal.

Fumonisinas

Las fumonisinas reducen la expresión de las uniones estrechas e inducen la apoptosis celular en el intestino (por acumulación de esfinganina) aumentando la permeabilidad, lo cual permite la translocación de bacterias al torrente sanguíneo. Por otro lado, y al contrario de los tricotecenos, estas estimulan la hipersecreción continua de mucina por parte de las células caliciformes, agotándolas y comprometiendo la barrera mucosa. En conclusión, estas micotoxinas alteran la función inmune de los animales al afectar a la barrera intestinal. En este escenario, el animal llega a ser más vulnerable a infecciones secundarias.

Ocratoxina A

La ocratoxina A se encuentra entre las micotoxinas más comunes en la producción animal y, aunque el riñón es su órgano diana, también ejerce efectos negativos sobre el tracto gastrointestinal. Esta toxina aumenta la permeabilidad intestinal al reducir la expresión de las uniones estrechas e inducir estrés oxidativo, añadiendo la consecuente apoptosis de los enterocitos. Como consecuencia, se ve afectada la altura de las vellosidades intestinales. Paralelamente, el sistema inmune se ve alterado por una disminución en la expresión de citoquinas.

Aflatoxinas

Las aflatoxinas, entre las que destaca la aflatoxina B1, tienen el hígado como órgano diana. Estas micotoxinas se caracterizan por tener una gran hepatotoxicidad y, además, comprometer el rendimiento productivo y el sistema inmune. Sin embargo, su toxicidad sobre el tracto gastrointestinal es comparable con otras micotoxinas: aumenta la permeabilidad y degenera la estructura morfológica intestinal a la vez que altera el sistema inmune aumentando la infiltración de leucocitos y linfocitos en la mucosa intestinal. 

Zearalenona

Los efectos descritos de la zearalenona sobre el tracto gastrointestinal no son tan perjudiciales en comparación con las otras micotoxinas. De hecho, se han descrito diferencias entre la toxicidad de la zearalenona y sus metabolitos, siendo en ambos casos el sistema reproductivo el principal órgano afectado.

Conclusión

Cuando hablamos de contaminación por micotoxinas, es importante considerar que el escenario más frecuente es la multi-contaminación. En este contexto, las diferentes micotoxinas presentes en los alimentos pueden interactuar entre sí, dando lugar a efectos sinérgicos y de aditivos (Fusilier et al., 2022). En consecuencia, el consumo de estos piensos puede provocar la alteración de la barrera gastrointestinal de los animales, lo que puede derivar en estados de inmunosupresión que comprometen tanto su salud como su rendimiento productivo.

Micotoxinas en alimentos para animales
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